miércoles, 10 de abril de 2013

Una de festivales: Rock vs Caos

Hace unos meses se anunció a bombo y platillo que una de mis bandas favoritas, Pearl Jam, volvía a Argentina en el mes de abril. Mi felicidad era total ya que en menos de un año y medio los iba a poder ver por segunda vez en este país. Meses después Pepsi proclamó que este concierto se incluía en lo que ellos llamaban " El mejor festival de la historia" incluyendo a bandas como The Black Keys, Two Door Cinema Club, Queens of the Stone Age o Keiser Chiefs. Hasta ahí todo bien, mucha publicidad, miles de eventos promocionales, concursos de bandas, .... y sobre todo las tremendas ganas de volver a presenciar un concierto de rock 5 estrellas de mis adorados Pearl Jam.

Conforme se va a acercando la fecha, publican los horarios de los conciertos y....sorpresa! En un día laborable las bandas empiezan a tocar a las 14:00 horas por lo que ya sabía que me perdería a grupos de la talla de Two Door Cinema o Kaiser Chiefs ya que mi llegada al festival estaba prevista para las 18:00, siempre después de trabajar.
El primer día del festival, mi único objetivo era poder ver a Queens of the Stone Age, más aún cuando un par de días antes, por casualidades de la vida me encontré con su cantante Josh Homme en el aeropuerto de Sao Paulo, y que muy amablemente se sacó una foto conmigo.
Después de compartir unas cervezas viendo el partido de la champions entre Barca y PSG nos disponemos a entrar al festival con la idea de comprar las entradas en taquilla, como en cualquier lugar del mundo. Pues bien, en Argentina todo es diferente, en la entrada nos reciben unos hombres cuyas camisetas ponen prevención, pero que parecen sacados directamente de la carcel para hacer allí su trabajo, de la carcel o de cualquier grupo de barras bravas y que aparentemente están allí por tu seguridad pero sus caras y la forma en que nos tratan demuestran totalmente lo contrario. Les pedimos que nos indiquen el lugar para sacar el ticket y nos dicen con voz baja que cuantos somos y cuantas entradas queremos, para seguidamente hacer una llamada para que aparezca un tercer "barra" que nos vende dos entradas por 200 pesos cada una pero que en ellas figura "invitación". Esto queridos amigos es Argentina.
Una vez dentro y sin pasar apenas controles de ningún tipo, nos encontramos con un auténtico caos debido principalmente a la lluvia caída durante esos días. El predio donde se celebraba era un barrizal de varias hectáreas y la iluminación y las indicaciones brillaban por su ausencia.
Si te apetece una cerveza, solo puedes consumirla en un sitio llamado Beer Garden, para el cual tienes que hacer una fila de seguridad, y consumir la cerveza en el mismo sitio, lo cual me recordó a un célebre capítulo de los Simpson donde encerraban a los no bebedores....cosas de la vida.
Llega la hora del concierto y ...otra sorpresa! Queens of the Stone Age, la banda que todo el mundo iba a ver, la que figuraba en las entradas, la que salía en las promociones, toca tan solo una hora, para que los locales Catupecu Machu cerraran el festival como cabezas de cartel. La indignación fue generalizada y como consecuencia estos últimos tocaron casi solos. Todos mis respetos para el rock nacional, pero fue una falta de respeto.
Otra de las novedades que llamaba la atención era que el festival estaba ubicado al lado de una villa miseria, con lo que la seguridad una vez terminados los conciertos no era la ideal, además de que dentro del festival abundaban los ladrones que con cuchillos se dedicaban a rajar las mochilas por debajo para robarte todo mientras tu disfrutabas de la música. La verdad, lamentable.
Llegó el segundo día, el que llevaba esperando desde diciembre de 2012, Black Keys y sobre todo Pearl Jam cerrarían de forma espectacular el "peor festival de la historia". Una vez entrado al recinto, con los mismos escasos controles y los mismos delincuentes encargados de la seguridad encontramos que nada había cambiado y que la organización no había puesto medidas para mejorar el estado del suelo ni la seguridad para los espectadores.
Menos mal, que llegó la música, y alreddor de las 20:00 Black Keys empezaron a inundar el Pepsi Music con buenas dosis de rock. Me gustaron Balck Keys pero mi mente ya volaba en dirección a Seattle, ya pensaba solo en Eddie y los suyos y por fin,  pasadas las 10 y media de la noche empezó el festival. Release fue la elegida para abrir boca para reventar seguidamente con Even Flow. Pearl Jam es otra historia, es gente que disfruta de lo que hace, son los mismos compañeros que hace más de 20 años empezaron un sueño, por lo que esa magia que desprenden te contagia durante las casi 3 horas que tocaron. Simplemente los mejores!
Saludos y Rock and Roll!!!