YPF: Crónica de una guerra fría

Es algo que se lleva maquinando desde hace mucho tiempo por este gobierno y que, con las retiradas de licencias en determinadas provincias de los últimos meses a Repsol solo faltaba el anuncio oficial.
Es gracioso , que esta presidenta haya sido una de las artífices de la privatización de YPF en 1992 y que ahora decida dar un golpe de timón tan extraño como previsible.
Es normal que un país quiera gestionar sus recursos energéticos pero no a cambio de sacarse una Ley de la manga aprovechando la abrumadora mayoría del congreso y echando por tierra los vigentes acuerdos de inversión de Repsol en Argentina, y por que no? provocando lo que podría convertirse en un efecto huida de capital extranjero en el país.
Todo esto sumado a las famosas trabas a las importaciones que ha impulsado el gobierno, que hacen que para comprar determinados bienes los argentinos tengan que cruzar la frontera en determinados territorios, o que algo tan universal y necesario como es la cultura en forma de libros, se intente limitar, con cosas tan absurdas como que la tinta de las páginas puede ser perjudicial para la salud, hace que el país se esté aislando del contexto de economía global que entienden otros países de América Latina que van en la dirección opuesta y que sus tasas de crecimiento son superiores.
Solo queda pensar que a partir de aquí se llegue a un consenso que no perjudique a ninguna de las partes y que no sea una piedra de toque para comenzar otros procesos de nacionalización que puedan provocar una crisis en el país.