jueves, 8 de marzo de 2012

La Bombonera: Pasión por el fútbol

Por fin, después de meses y meses intentando ir a La Bombonera a ver un partido lo hemos conseguido, ya tenemos una cosa más que tachar de los eventos de asistencia obligatoria que nos ofrece Buenos Aires.
Pero, como viene siendo habitual, hemos ido a la aventura, y después de que un amigo leyese en la prensa brasileña que quedaban entradas visitantes para el partido de Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense, nos armamos de valor y nos fuimos a la cancha con la torcida del Fluminense por el módico precio de 25 dólares.
Para empaparnos del ambiente nada mejor que unas Quilmes bien frías y unas empanadas antes de entrar.
De camino al estadio
El fútbol argentino es otra historia, la entrada de la afición visitante está rodeada de unas medidas de seguridad increíbles y a tu alrededor ademas de escuchar los primeros cánticos en brasileño solo puedes ver más y más policía, lo que te va quitando un poco el miedo del cuerpo.
Creo que hay dos entradas en estadios a lo largo de mi vida que me han marcado, una el Santiago Bernabeu, y otra La Bombonera; una vez que divisas a la "12" saltar y cantar, haciendo que tiemble todo el estadio, cualquier afición te parecerá sosa y pacífica, es todo un espectáculo.
Empieza el partido, entre gritos de la torcida del Flu, que no nos dejaban apreciar bien los cánticos bosteros y.....gol de Fluminense, alegría en la grada visitante, nos abrazamos con los brasileños pero lo que más llama la atención es que ni un sólo segundo se deja de escuchar el rugido de la grada que teníamos en frente, cuando cualquier otro estadio del mundo quedaría en silencio.
A punto de empezar.
Otra historia es ver jugar a Riquelme, y saber que estas viendo a una leyenda viva y que a sus 34 años sigue siendo un puto placer verle jugar...aguante Román!
En el descanso aprovechamos para coger fuerzas con un choripan no demasiado rico y nada más comenzar la segunda parte marca Boca y parece que hay un terremoto en Buenos Aires ya que el estadio literalmente se mueve.
Resultado final, Boca pierde pero en los 90 minutos no se ha escuchado ni un silbido, ni un insulto y la barra se queda una vez terminado el partido cantando , festejando y animando a su equipo, que con esta derrota se complicó la clasificación en la Champions americana, y eso es algo que no se ve todos los días.
Los aventureros en la grade del Fluminense
De vuelta casa, en el colectivo te vas con la sensación de haber estado en un santuario, de haber visto la cancha donde el gran Diego deslumbró al mundo o donde no hace mucho un tal Martín Palermo decía adiós a este maravilloso deporte.
Gran noche !

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