jueves, 19 de julio de 2012

Río de Janeiro: Que coisa mais linda!

Sin duda Brasil estaba marcado con una cruz en el mapa de los viajes que quería hacer durante mi beca en Buenos Aires, y al final con tan pocos días de vacaciones solo había tocado ese gran país en Foz de Iguazú para ver las cataratas con lo que aun no sentía haber estado en tierras brasileñas.
Nada mejor que la visita de mi gran amigo Samsa, para decidirnos a visitar Río de Janeiro, con muchas ganas de ver el sol y la playa que hace tantos meses esta enorme urbe me tiene negados.
Como anécdota previa tengo que decir que íbamos un poco "felices" a coger el avión ya que no hay que olvidar que en Buenos Aires un viernes es imperdonable y como no podía ser de otra manera quemamos la noche porteña hasta un par de horas antes de volar a nuestro destino.
Una vez llegados a Río y con una importante resaca, el primer día transcurrió entre siestas y paseos por el barrio de Botafogo para acabar tomando unas cervecitas y empezar a sentirnos como en casa y reservar fuerzas para la que se nos venía encima.
La primera parada oficial fue la playa de Ipanema, y de la Garota no sabemos nada,  pero nada más pisar la arena es como si empezases a escuchar una batukada y Carlinhos Brown fuera a  venir con su carnaval ambulante en cualquier momento.  Darse el primer chapuzón con semejante paisaje de fondo es algo que no se puede explicar con palabras.
Llama la atención la cantidad de vendedores ambulantes en las playas de Brasil, ya que puedes llegar sin nada a la playa y acabar con un bañador, un sombrero, unas palas, un balón y comiendo una especie de Kebap sin levantarte del pareo.
El turismo del día 2 concluyó con la visita al Pao de Azucar, uno de los lugares más hermosos de la ciudad en el que las vistas son impresionantes y además se disfruta de la compañía de monos diminutos a los que nunca había visto en libertad. Para finalizar unos mojitos y caipirinhas en un extraño bar de Ipanema con muchas anécdotas que no contaré en este blog.
La playa nos esperaba a la mañana siguiente, pero en esta ocasión elegimos la célebre playa de Copacabana, y tengo que confesar que me gustó más sobre todo por el paisaje natural que la rodea ya que se puede contemplar parte del Pao de Azucar y las grandes olas que había nos hicieron disfrutar como niños.
Nuestra siguiente parada era el Cristo del Corcobado pero antes había que reponer fuerzas y probamos un coco en los múltiples puestos de esta fruta que te vas encontrando por las calles y la verdad es que no está nada mal. Ya sabemos que " donde fueres haz lo que vieres"
Puede que la visita al Corcobado sea lo más impresionante de la ciudad y es que desde ahí arriba se puede disfrutar de la majestuosidad de Río de Janeiro en todo su esplendor. A través de los ojos del enorme cristo puedes localizar las enormes favelas, las playas donde has estado y la singularidad de la costa carioca con sus islas y recovecos que hacen de esta ciudad un lugar inigualable.

Para celebrarlo nada mejor que una feijoada para ver como España ganaba su partido contra Croacia de la Euro 2012 y una visita al centro de la ciudad que no me llamó demasiado la atención.
El último día nos ocupamos del Barrio de Santa Teresa, empezando por las escaleras de Selarón en las que compartimos unos minutos con este pintoresco artista que incluso nos firmó unas postales de recuerdo sin dejar de soltar su famosa frase " toooodos hijos de puta".
Seguimos por el barrio de A Lapa visitando el acueducto y la catedral de la ciudad, la cual se aleja bastante de las históricas obras de arte que tenemos en Europa.
Nuestro día termino con una frustrada visita al estadio de Maracaná, que se encuentra en obras para el Mundial 2014 y con un estupendo baño nocturno en la playa de Flamengo con el Pao de Azucar de fondo y el mar para nosotros solos.
De este viaje tengo que decir que volveré. porque en Río se respira otro ambiente, encuentras alegría por las calles, gente amable allá donde vas, sus playas son increibles parajes que te alejan del ajetreo y ensordecedor ruido de la ciudad y porque tengo ganas de volver a perderme por sus calles y descubrirla un poco más.

Hasta siempre coisa linda!

No hay comentarios:

Publicar un comentario